Preguntas Frecuentes

Si tiene alguna molestia relacionada con lo emocional (tristeza, angustia, rabia, pena o euforia), o bien se siente más lento de lo normal o mas energético que de costumbre, es preciso se acerque a su Centro de Salud más cercano, o bien se comunique con el fono salud responde del MINSAL (Ministerio de Salud), el cual proporciona ayuda en línea los 7 días de la semana, las 24 horas (600 360 7777)

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La depresión es un cuadro de malestar emocional, caracterizado por un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades. Afecta los sentimientos, los pensamientos y el comportamiento de una persona, y puede causar una variedad de problemas físicos y emocionales. Hay una dificultad para realizar las actividades cotidianas, llegando a veces a sentir que no vale la pena vivir.

Más que solo una tristeza pasajera, la depresión puede requerir un tratamiento a largo plazo. La mayoría de las personas con depresión se sienten mejor con medicamentos, con psicoterapia o con ambos.

Un trastorno de personalidad, se caracteriza por un patrón de pensamiento, desempeño y comportamiento disfuncional, poco saludable y que tiende a generar dificultades con quienes nos rodean. Hay problemas y limitaciones importantes en las relaciones, las actividades sociales, el trabajo y la escuela.

Los trastornos de personalidad generalmente comienzan en la adolescencia o la adultez temprana. Son aprendizajes erróneos que deben corregirse por medio de la terapia. Existen muchos tipos de trastorno de personalidad. Algunos tipos se vuelven menos obvios en el transcurso de la mediana edad.

El programa GES (Garantías Explícitas de Salud) tiene como objetivo asegurar el acceso, calidad, oportunidad y protección financiera a quienes requieran de atención por alguno de los 80 Problemas de Salud GES. Las Garantías Explícitas en Salud (GES) constituyen un conjunto de beneficios garantizados por ley para las personas afiliadas a Fonasa y a las Isapres. En salud mental se considera parte del GES a la Esquizofrenia, el Abuso de Alcohol, el Trastorno Bipolar, y la Depresión Mayor, por lo que su tratamiento esta garantizado de forma gratuita por el estado.

La mayoría de las personas que toman medicamentos para la depresión se sienten mejor. Cuando una persona no mejora con un medicamento antidepresivo, es hora de hablar con el médico. Es posible que su médico aumente la dosis o intente con un medicamento diferente.

Los medicamentos antidepresivos son seguros para la mayoría de la personas. Por lo general, en los primeros días del fármaco, puede haber molestias físicas como mareo, dolor de cabeza o nauseas, pero todos ellos desaparecen después de un par de días.

Asimismo, una persona no se vuelve adicta a un medicamento antidepresivo como pasaría con las drogas ilegales. A veces, cuando una persona deja de tomar un medicamento antidepresivo repentinamente, puede experimentar una sensación extraña. Si desea dejar de tomar un medicamento antidepresivo, háblelo con su médico. Él le proporcionará un plan para ayudarle a dejar de tomar el medicamento de forma gradual.

Es un tratamiento de la salud, de naturaleza psicológica que, a partir de manifestaciones psíquicas o físicas del malestar humano, promueve el logro de cambios o modificaciones en el comportamiento, la salud física y psíquica, la integración de la identidad psicológica y el bienestar de las personas o grupos tales como la pareja o la familia. Es un proceso relacional donde se identifican patrones de conducta que afectan a la persona y pueden modificarse.

Es impartido por un profesional de la salud, principalmente psicólogo o médico, que puede abordar los diferentes trastornos psicopatológicos, habiendo realizado una formación específica en el área de la psicoterapia, y en una institución reconocida con programas de formación acreditados, que cumplen parámetros de rigor y de calidad.

Los tratamientos psicológicos tienen una duración muy variable, pues se adaptan siempre a la situación de cada paciente. Una terapia individual para problemas de ansiedad, por ejemplo, dura entre 8 y 15 sesiones; para depresiones, la duración puede ser algo mayor, acercándose a los 6 meses o el año de tratamiento.

Al principio es conveniente que se realice una sesión por semana, si bien, conforme el paciente va mejorando, se pueden espaciar las sesiones a una frecuencia quincenal o mensual, según los casos. La duración de cada sesión es de unos 40-50 minutos.

La terapia ocupacional busca que una persona con limitaciones físicas o psíquicas pueda tener una vida independiente y valore su propio potencial. El objetivo de la terapia ocupacional es ayudar al paciente a mejorar su autonomía en las tareas de la vida diaria, y asistir y apoyar su desarrollo hacia una vida independiente, satisfecha y productiva. Se requiere el apoyo familiar y el entorno más cercano para mejores resultados.

El trabajo social es una profesión que busca favorecer el desarrollo de vínculos humanos saludables y fomentar cambios sociales que deriven en un mayor bienestar para las personas. Los trabajadores sociales, de este modo, actúan sobre ciertos factores relacionados a las interacciones de los individuos con el entorno. Los asistentes sociales trabajan junto con las familias y población vulnerable en general, para detectar, prevenir y modificar situaciones de exclusión social. Trabajan en departamentos de servicios sociales, o bien de salud, cuyo objetivo es mejorar el bienestar social de la ciudadanía, prestando atención, información y apoyo.

Con frecuencia las personas que no padecen enfermedad mental tienen angustias temporales o ánimo deprimido por circunstancias de la vida diaria o de la vida del trabajo, los estudios o la familia. Si usted está más de dos semanas con alguna angustia o síntoma que parece emocional, o si la angustia o el síntoma impiden su funcionamiento social, ocupacional o en la familia, consulte con un profesional de la salud.

No. Si bien es común que todos experimentemos tristeza, desilusiones o dolor debido a determinados acontecimientos, la depresión se trata de una enfermedad que, al igual que otras, requiere de tratamiento médico.

Es una enfermedad mental donde el individuo sufre cambios significativos en su estado emocional, como sentirse muy deprimido o muy exaltado por un periodo relativamente largo de tiempo. Este trastorno puede tener un origen genético y acarrea negativas consecuencias en la esfera social, ocupacional y familiar del paciente, pero se puede regular de buena manera con un tratamiento farmacológico y psicológico.

Hay muchas conductas que son esperables en los niños y niñas y que no significa que tengan un problema de salud mental. Por ejemplo, la mayoría de los niños tiene momentos en que están más nerviosos, que tienen algunos miedos, que hacen pataletas o que tienen alguna dificultad en el colegio o con los amigos. Cuando estas situaciones son más frecuentes, más intensas o empiezan a interferir con su adecuado funcionamiento es necesario consultar.

En primer lugar, es importante que converse con su hijo/a para averiguar cómo se siente ante esta situación y si hay alguna(s) situación(es) que se pueden relacionar con esta actitud. Al mismo tiempo, es recomendable consultar en el establecimiento educacional acerca de su desempeño social, con la profesora jefe, la orientadora o psicóloga del colegio. Si la conducta es mantenida en el tiempo y/o causa sufrimiento se sugiere consultar.

La depresión puede manifestarse a cualquier edad.La forma de presentación de la depresión es según la etapa del desarrollo que se encuentre el niño.Si usted observa que su hijo/a está muy irritable/rabioso(a), mal genio permanente y /o con pataletas muy intensas, consulte al niño acerca de su bienestar, también consulte en el establecimiento educacional acerca de su conducta, y de acuerdo a esa información consulte en su consultorio o a un especialista.

Algunas señales significativas son cambios en el sueño, el apetito, peso corporal y cambios en el ánimo. También, es indicador el cambioen el nivel de funcionamiento adaptativo del o la adolescente, por ejemplo disminuir notablemente su rendimiento escolar, no querer juntarse con sus amigos, no realizar actividades de su agrado, excesiva irritabilidad o aislamiento, entre otras.

El Trastorno por Déficit Atencional e Hiperactividad es un trastorno neurobiológico frecuente y crónico de inicio en la infancia, que puede afectar la vida académica, laboral y/o social. Se caracteriza por presentar inatención, hiperactividad e impulsividad, que puede verse reflejado en dificultad para prestar atención; parecen no escuchar cuando les hablan; se distraen fácilmente; son olvidadizos; a menudo no siguen instrucciones y no terminan los trabajos; son impulsivos; están en continuo movimiento; su comportamiento parece inmaduro e inapropiado para su edad; tienen baja tolerancia a la frustración; tienen dificultad para organizar tareas y actividades, entre otros. Requiere evaluación por especialista para definir el tipo de intervención.

Psiquiatras y psicólogos trabajan con niños, adolescentes y adultos para ayudarlos en los problemas de salud mental que puedan presentar. Psiquiatras y psicólogos participan en el proceso diagnóstico. La diferencia es que los psiquiatras son médicos que se especializaron en psiquiatría. Los psiquiatras, al ser médicos, pueden indicar tratamiento farmacológico (recetar remedios) y emitir licencias. Los psicólogos no pueden recetar remedios ni emitir licencias. Los psicólogos de nuestra clínica son especialistas en psicoterapia. Algunos psiquiatras también se han especializado en esta línea de intervención.

Es importante observar las siguientes señales:
–  Desgano o desánimo
–  Alteraciones del ciclo del sueño: insomnio o hipersomnia
–  Alteraciones del apetito: mucho o poco
–  Desgano por ir al colegio
–  Labilidad emocional, llanto, sensibilidad
–  Perdida del interés por actividades que normalmente le gustan
–  Bajo rendimiento escolar
–  Expresa pensamientos suicidas
–  Tristeza e irritabilidad,que aparecen y desaparecen, sin ser crónicos

 

–  Esquizofrenia (sospecha primer brote)
–  Depresión desde los 15 años en adelante
–  Consumo Perjudicial o Dependencia de riesgo bajo a moderado de alcohol y drogas en personas menores de 20 años
–  Trastorno Bipolar en personas de 15 años y más.