Mi hijo tiene TEA


El trastorno del espectro autista es una condición neurológica y de desarrollo que comienza en la niñez y dura toda la vida. Impactan en cómo una persona se comporta, interactúa, se comunica y aprende.

En los países desarrollados y que cuentan con estudios epidemiológicos, se estima que 1 de cada 100 niños menores de 18 años vive con esta condición, cifra muy alta comparada con lo que era hace unos 45 años atrás que era de unos 3 a 4 por mil. Además, son los hombres en quienes más se presenta este trastorno, en una proporción de 1 es a 4 en comparación con las mujeres.

El Dr. Ricardo García, psiquiatra de Niños y Adolescentes, y jefe del Programa de Trastornos del Espectro Autista (TEA) en la Clínica Psiquiátrica del Hospital U. de Chile, comenta: en los últimos 15 años ha aumentado el doble la prevalencia del autismo, que ha llegado a 1 cada 68 o 1 de cada 100 personas de la población infantil, citando estudios en estados Unidos, Inglaterra, Corea y Japón. En Chile no existen aún estudios que permitan cifrar a la población con TEA. Podemos aproximar que posiblemente tengamos 50500 niños con esta condición.

En nuestro país hay falencias, los pediatras no están haciendo los diagnósticos de autismo de forma temprana, existe una demora de 16 a 37 meses en que sean diagnosticados y el tiempo es oro, porque estamos perdiendo conexiones neuronales y plasticidad neuronal importante.

Al respecto, el médico alertó sobre las actuales falencias que existen en este sentido en Chile: «Los pediatras no están haciendo los diagnósticos de autismo en forma temprana, existe una demora de 16 a 37 meses en que sean diagnosticados, y este tiempo es oro. Tenemos una dificultad, un retraso, y estamos perdiendo conexiones neuronales y plasticidad neuronal».

«La ciencia ha avanzado muchísimo, los tratamientos también y los diagnósticos también. La idea es que mientras más temprano podamos hacer un diagnóstico y un tratamiento intensivo y precoz, los resultados actualmente son bastante buenos en términos de funcionamiento», advirtió García.

En la misma línea Matías Irarrázaval psiquiatra infanto juvenil comenta: esta es una condición que se puede detectar muy tempranamente, en general, hay indicadores que se pueden ver antes de los 18 meses de edad, y alertó respecto a que “las consecuencias del no tratamiento son muy altas para el sistema de salud, para el sistema educacional, y para la sociedad en general. La adaptación del individuo y las familias a los diferentes sectores de manera temprana, tiene mucho mejor pronóstico que el tratar de integrar a un niño en que el trastorno se detecta a los seis años y donde probablemente ya va a ser rechazado por el sistema escolar.

¿Cómo identificar los signos del autismo?

Hay que considerar que un niño con TEA no siempre tendrá los mismos síntomas de otro niño con TEA. Pero hay algunos que se reiteran:

  • No mantiene contacto visual o establece poco contacto visual
  • No responde a la sonrisa ni a otras expresiones faciales de los padres
  • No señala objetos ni eventos para lograr que los padres lo miren
  • No lleva objetos de interés personal para mostrárselos a los padres
  • No suele tener expresiones faciales adecuadas
  • No demuestra preocupación por los demás
  • No dice palabras sueltas a los 16 meses
  • Repite exactamente lo que otros dicen sin comprender el significado
  • Con frecuencia no quiere comunicarse
  • Tiene buena memoria especialmente para los números o un tema específico
  • Se mece, da vueltas, se balancea, se tuerce los dedos, camina en la punta de los dedos, aletea las manos
  • Prefiere las rutinas, el orden y los ritos; tiene dificultades con los cambios o la transición de una actividad a otra
  • Se obsesiona con actividades inusuales que hace en forma repetitiva
  • No parece sentir dolor
  • Puede ser muy sensible o no tener sensibilidad alguna a olores, sonidos, luces, texturas y al tacto
  • Mira o contempla de forma inusual, mira objetos desde ángulos poco comunes.