La partida de Ricardo Capponi


Estimados miembros de la Clínica Psiquiátrica Universitaria:

Recientemente hemos recibido la triste noticia del fallecimiento de un colega nuestro, Ricardo Capponi Martínez, psiquiatra y psicoanalista debido a un infarto fulminante en la ciudad de Barcelona, España cuando presentaba su último libro y éxito de ventas acerca de “la felicidad sólida”.

Sin duda que es una pérdida irreparable para nuestro quehacer médico nacional, por sus aportes en el ámbito académico. Su libro sobre Psicopatología se encuentra entre los textos de estudio más utilizados tanto por psiquiatras y psicólogos en diversas universidades. Posteriormente escribió textos de difusión,  tales como “Chile, un duelo pendiente”, respecto a la elaboración que como país tenemos que hacer sobre los derechos humanos; escritos sobre el amor y la sexualidad sana, que también ayudaron a difundir la psiquiatría y el psicoanálisis. Participó en forma activa en encuentros académicos y pertenecía a diversos grupos, donde mostraba su alto nivel cultural e intelectual y su lucidez para enfrentar diversos temas tanto de índole académica como de interés social. Fue presidente de la Asociación Psicoanalítica Chilena y un gran difusor de las ideas psicoanalíticas en nuestra sociedad.

El Dr. Ricardo Capponi se formó como psiquiatra en nuestras aulas y fue un importante estudioso de la obra del Dr. Armando Roa, que influyó en sus escritos posteriores.

Su labor docente la realizó en varios cursos. Tuve el privilegio de trabajar con él en la docencia de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile impartiendo la cátedra de Psicopatología y Psiquiatría, junto a Guido Solari, docencia que realizaba con entusiasmo y vitalidad, lo que provocaba el interés de los alumnos por la Psiquiatría en un grato ambiente y respeto por sus enseñanzas.

Pero lo que hacía más admirable su vida personal era la pasión con que asumía cada tarea y propósito que consideraba atractivo. Metódico y trabajador, entusiasta de la filosofía donde obtuvo el grado de bachiller. Profundamente creyente en Dios estudiaba teología y colaboraba con la iglesia, particularmente con la orden jesuita, trabajando para el comité editorial de la Revista Mensaje por décadas. Llamaba la atención su dedicación al estudio en forma permanente y rigurosa, particularmente su interés por el psicoanálisis. Dividía su jornada en atender pacientes, hacer deportes y tiempo diario para el estudio, siendo este último la labor que más apreciaba, indagando en las preguntas que le surgían para intentar responderlas a plena cabalidad. Admirable su vida personal, acompañada de su querida esposa Victoria Marshall, matemática, una compañera de toda su vida en que la mutua admiración y el amor era una plena realidad. Tuvo tres hijas, Valentina, Francisca y Magdalena.

En su parcela de Calera de Tango se reunía su familia, sus nietos, y ensayaba sus tangos, cantando en locales con amigos donde fuera, para deleite de todos. Conversar con Ricardo era siempre enriquecedor y las preguntas quedaban abiertas luego de sus análisis sobre cualquier tema de la actualidad u otros más complejos de índole filosófica o teológica.

La psiquiatría nacional pierde a uno de sus mejores representantes en un momento paradojal, pues estaba en plena productividad, entusiasmo y con la  energía y pasión que lo caracterizaba.

La Clínica Psiquiátrica Universitaria envía a sus familiares nuestras condolencias y pesar por su sorpresivo fallecimiento.

Gracias Ricardo por lo que nos dejaste.

Fernando Ivanovic-Zuvic R.
Ex Director de la Clínica Psiquiátrica Universitaria.