Dr. Nicolás Libuy: “Hoy en día no hay razones de salud que justifiquen cambiar el estatus legal de la marihuana”.


El 30% de los escolares en Chile consume marihuana, cifra que ha ido aumentando en forma dramática desde el año 2011.

 

¿Has escuchado decir a una persona que habitualmente consume marihuana que es beneficiosa? Ya sea porque es natural, sirve de recreación, despeja la mente o es útil para concentrarse. Estos planteamientos nos llevan a cuestionarnos: ¿Cuál es el real efecto de la marihuana en nuestro organismo? ¿Realmente es tan inofensiva como algunos piensan?

Para aclararnos este tema, el Dr. Nicolás Libuy, psiquiatra experto en adicciones de la Clínica Psiquiátrica del Hospital Clínico Universidad de Chile, explica que, “la marihuana afecta en menor medida la salud física que otras drogas, sin embargo, ocasiona muchos más daño en la salud mental, ya que impacta negativamente el coeficiente intelectual y el desempeño cognitivo de las personas, provocando, por ejemplo, alteraciones de atención, concentración o memoria”. Y agrega, “quienes la usan regularmente en dosis altas tienen peores desempeños sociales o funcionales y alcanzan menos los logros académicos, profesionales o familiares, es decir, padecen un estancamiento en su desarrollo vital”.

Asimismo el especialista advierte que consumirla aumenta el riesgo de psicosis transitoria o persistente, como la esquizofrenia, y empeora el curso de los trastornos mentales en general, como lo son los síntomas ansiosos o panicosos y, a su vez, incrementa el riesgo de suicidio.

En cuanto a la salud física, acrecienta el riesgo de bronquitis crónica y provoca alteraciones cardiovasculares, taquicardia e inyección conjuntival.

Sobre la legalización de la marihuana, el Dr. Libuy afirma que, “no hay criterios médicos que hagan necesario hoy en día cambiar el estatus legal de la marihuana en chile, ya que no va a solucionar problemas de salud”.

De acuerdo al especialista el cambiar el estatus legal de una sustancia facilita el acceso, y por lo tanto, se incrementa el riesgo de desarrollar algún trastorno asociado a su consumo.