Opinión del experto


Como es una persona con Trastorno Límite de Personalidad

Una persona con Trastorno Límite de Personalidad presenta múltiples problemas que comprometen sus pensamientos, emociones y conductas, todo lo cual afecta dolorosamente su vida en general.

  • Habitualmente temen a quedarse solos, odian la soledad que vivencian como desamparo.
    En algunas ocasiones perciben a sus familiares y amigos como personas perfectas, y en otras, los sienten como completamente malos.
  • Muchas veces no saben hacia donde conducir su vida, tienen dificultad para concebir metas y trazar un camino para llegar a ellas.
  • Con frecuencia actúan impulsivamente al tomar decisiones, lo que los lleva a cometer errores o dañar a seres queridos.
  • También suelen presentar impredecible e intensa ira ante problemas interpersonales menores, lo que los hace sentirse culpables, desvalidos y desesperanzados.
  • Otros sujetos pueden evitar relacionarse con estas personas debido a su inestabilidad afectiva, impulsividad y rabia impredecible. Esto los lleva a sentirse indeseables y heridos.
  • No les agradan las situaciones en las cuales no pueden mantener el control, pueden ser inflexibles en sus decisiones.
  • Si una persona querida se aleja, hacen esfuerzos frenéticos reiterados como enviar mensajes de texto o realizar conductas insensatas para impedir ser abandonado. Estas conductas habitualmente empeoran todo.
  • A veces se sientes tan vacíos que incluso pierden las ganas de vivir.

¡Pero hay esperanza! Estas personas pueden desarrollar habilidades para sentirse mejor, conocer quienes son, regular su emociones y conductas a través del aprendizaje de técnicas comunicacionales, de autocontrol y autoconocimiento que promueven mejores relaciones afectivas consigo mismas y los demás.

Pueden aprender a dirigir su temperamento apasionado hacia la creatividad en las artes en todas sus formas y ser excelentes en su capacidad de acompañar y animar a otros en sus dificultades.
Pueden llegar a ser personas fuertes y con templanza cuando han aprendido a dominar su impulsividad e inestabilidad, logrando actuar con objetivos realistas y disfrutar intensamente la vida.

El tratamiento psicológico y farmacológico, así como el apoyo familiar y social, resultan ser muy necesarios para promover y mantener los cambios deseados.
¡Es posible realizarse en la vida pese a estas dificultades! Sólo deben encontrar un equipo profesional entrenado en problemas de personalidad y trabajar en conjunto comprometidamente para lograr una vida plena.